En Barcelona, 1.384 personas duermen en la calle cada noche. El derecho a la vivienda digna se recoge en la Constitución española y en el Estatuto de Autonomía catalán, pero en Cataluña unas 53.000 personas tienen graves problemas de alojamiento, de las cuales más de 5.500 viven en la calle.

Conseguir que una persona deje la calle no es fácil y no se puede sacar a nadie por la fuerza. No es un tema policial, sino de atención social y es necesario respetar las necesidades y los ritmos de las personas.

¿Y qué hacemos desde Arrels?

Salimos a la calle

El equipo de calle recorre la ciudad de Barcelona para visitar a las personas que viven a la intemperie, especialmente aquellas que se encuentran en una situación de calle más cronificada, con el objetivo de saber cómo están, establecer un vínculo de confianza y conocer sus necesidades.

En 2023 hemos visitado a 796 personas.


Buscamos alojamiento adecuado a las necesidades

Cuando alguna de las personas a las que visitamos en la calle expresa la voluntad de dormir bajo un techo, intentamos encontrar un alojamiento adecuado a sus necesidades: una habitación en un piso compartido, un piso individual o la posibilidad de dormir en el Piso Cero, un espacio de baja exigencia de Arrels para personas que hace mucho tiempo que viven en la calle y no han encontrado cabida en otros recursos. Lo importante es garantizar un alojamiento estable.


Recogemos los avisos de la ciudadanía

A través del Localizador, recogemos avisos de la ciudadanía sobre personas que viven en la calle. Si la persona está en Barcelona, activamos nuestro equipo de calle y trabajamos en red con otros equipos de la ciudad para encontrar la mejor manera de abordar la situación. La herramienta también es útil más allá de la ciudad, para localizar ubicaciones concretas y dimensionar la problemática en otros territorios. Por eso, la facilitamos a otros municipios que trabajan con personas sin hogar.


Nos coordinamos con otros servicios de la ciudad

Trabajamos conjuntamente con los equipos de calle del Ayuntamiento de Barcelona y con el Equipo de Salud Mental para Personas Sin hogar (ESMES) para mejorar la atención a las personas y hacer más efectivos los recursos existentes. En el marco de la red de atención a personas sin  hogar (XAPSLL), también participamos en los recuentos anuales de personas sin hogar para dimensionar la problemática en la ciudad.


Promovemos recuentos de personas sin hogar

Un recuento es una fotografía del número de personas que duermen en la calle en un municipio determinado de una noche determinada. Saber cuántas personas duermen al raso es clave para impulsar políticas y recursos útiles. A fecha de hoy, una decena de municipios catalanes han organizado recuentos pero la cifra es todavía muy pequeña. En Arrels hemos elaborado una guía práctica para animar a otros municipios y ampliar, así, los datos del sinhogarismo en Cataluña.


Organizamos censos y encuestas para saber más

Desde 2016, Arrels organiza encuestas de personas que duermen en la calle en Barcelona para saber el grado de vulnerabilidad que sufren y, con esta información, orientar las políticas y los recursos para que sean más eficientes. La acción se enmarca en una campaña europea que tiene el objetivo de erradicar el sinhogarismo.


Asesoramos jurídicamente

Cuando vives en la calle te encuentras en una situación especialmente vulnerable ante la justicia, sobre todo si desconoces tus derechos y deberes. El servicio jurídico se encarga de asesorar a las personas que atendemos cuando reciben una multa por dormir, beber u orinar en la calle, cuando tienen que solicitar o renovar documentación, han sido víctimas de una estafa o agresión o tienen una causa penal pendiente. En el año 2023, hemos asesorado jurídicamente a 222 personas. Más información.


Sensibilizamos a jóvenes

En Arrels promovemos charlas de sensibilización para explicar a infancia y jóvenes qué significa vivir en la calle de la mano de personas voluntarias y personas que han vivido al raso y colaboran compartiendo su testimonio.

Nos gustan estos encuentros porque nacen muchas preguntas: “¿Cómo te sentías cuando vivías en la calle? ¿Sufriste violencia? ¿Cómo te recuperaste? Y ahora, ¿qué piensas cuando ves a alguien durmiendo al raso?” Y sus respuestas ayudan a romper prejuicios. Más información.