Encuestamos a 676 personas que viven al raso en Barcelona


Del 17 al 19 de junio, hemos encuestado a 676 personas que viven en la calle en la ciudad de Barcelona. Lo hemos hecho en 16 centros de atención a personas sin hogar y durante todo el día, para poder conocer el tiempo que hace que viven en la calle, si tienen atención sanitaria o por qué razón se quedaron sin techo, entre otros temas. Gracias a la participación de 271 personas voluntarias, hemos conocido la historia de más de 600 personas sin hogar que han querido compartir su trayectoria vital con nosotros.

Said llegó hace treinta y cinco años a Barcelona. Hace ocho meses que duerme en la calle, después de que una empresa haya comprado el edificio donde vivía a Drassanes y lo echaran. Tiene documentación, ha trabajado en el Estado y cobra una prestación, pero con el dinero que ingresa no puede pagar una habitación en la ciudad de Barcelona. “Es mucho para mí, no lo puedo pagar”, explica.

María (nombre ficticio) tiene treinta y cinco años. Tuvo una infancia complicada, con abusos por parte de la pareja de su madre. Cuando tenía más de veinte años, María intentó explicar a su madre lo que había pasado, pero ella no le creyó. La situación familiar desencadenó en una serie de problemas para ella, que decidió marchar del país y probar suerte en Barcelona. Una vez aquí, ha acabado teniendo una trayectoria vital errática y actualmente vive en la calle.

Las historias de Said y la María son solo dos de las de las más de 676 personas que encuestamos en varios centros de atención a personas en situación de sin hogar del 17 al 19 de junio. Además de para conocer las personas que atendemos un poco más, la información que hemos recopilado estos días nos servirá para elaborar un informe sobre su situación, saber cuáles son sus necesidades y poder pedir políticas públicas ajustadas a la problemática.

Las historias que hemos encontrado son diversas, pero muchas tienen que ver con la carencia de una red de apoyo que pueda sostener a una persona cuando aparece un problema en su vida. Roturas familiares, la muerte de una persona estimada, la imposibilidad de trabajar o de encontrar una habitación donde vivir al salir de una institución, son denominadores comunes en las historias de muchas de estas personas.

Este año, hemos preguntado a las personas que se han presentado a hacer la encuesta si tienen o no seguimiento social, si disponen de tarjeta sanitaria o cuánto de tiempo andan cada día para llegar a los recursos que los atienen. También donde duermen, cuánto de tiempo hace que viven en la calle y si están empadronadas.

16 centros y 10 puntos sensibles en la calle

Desde 2016, los equipos de trabajadoras y voluntarias de Arrels solíamos salir a la calle una noche al año para hacer el recuento de las personas que vivían al raso. Paralelamente, encuestábamos a las personas que estaban despiertas y que se mostraban dispuestas a explicarnos qué era su historia y situación. Hace dos años, cambiamos la metodología y empezamos a hacer las encuestas en horario diurno, tanto desde los equipos de calle de la entidad como desde otros espacios de atención privados donde las personas que viven en la calle suelen ir a comer, almorzar, ducharse o descansar. En concreto, hemos contado con 16 centros y recursos, tres más que durante la última encuesta: Ámbit Prevenció, ARD Lluís Companys, Caliu, CAS Baluart, Desayuno solidario, Dit i fet, Heura, el Hospital de Campaña Santa Anna, el comedor Gregal, Mañana en Compañía, Metzineres, la Obra Social Santa Lluïsa de Marillac, el comedor de Sant Cebrià, Comedor Grupo Nueva Vida y el Comedor Social San Fèlix. Desde Arrels, hemos sumado el espacio de nuestro centro abierto y las encuestas hechas desde el equipo de calle.

El 60% de las encuestas las hemos hecho bajo techo, en estos centros y recursos, y un 40% las hemos hecho directamente en la calle, a personas que sabemos que no suelen desplazarse e ir a servicios. Esto lo hemos hecho a través del equipo de calle de Arrels, que durante las últimas semanas ha salido a entrevistar personas con quienes tenemos vínculos y otras personas que visitamos de vez en cuando. La tarea de visitar a las personas que viven en la calle y encuestarlas la hemos podido llevar a cabo gracias a nuestros equipos y también a las personas voluntarias que han recorrido plazas, estaciones de trenes y autobuses, espacios públicos y parques.

Gracias a las 271 personas voluntarias que os habéis implicado

“Llevo dos años como voluntaria en Arrels, pero es la primera vez que me he puesto a hablar un rato largo con una persona sin hogar, porque yo colaboro con tareas administrativas. Y hacer la encuesta para mí fue una experiencia muy enriquecedora. Me tocó mucho hablar con la mujer que entrevisté, conocer su historia. Estoy muy contenta de haberlo hecho, me hizo ver que hay personas que parece que tienen una vida como la nuestra, pero no tienen suerte. Tengo ganas de repetir el año que viene, es una experiencia muy buena”, explica Isabel.

Desde que empezamos a realizar las encuestas en 2016, más de 6.000 personas se han sumado como voluntarias y han hecho posibles las acciones como encuestas y recuentos de Arrels. Este año, hemos contado con 271 voluntarios y voluntarias que han tenido la oportunidad de conocer qué pasa cuando una persona vive en la calle y qué necesidades tiene. Desde 2016 hasta 2024, 4828 personas han participado en recuentos y encuestas a las personas que viven al raso en Barcelona.

Más información:

Mira algunas fotos de la acción.
• Consulta el último el informe Vivir en la calle en Barcelona. Radiografía de una ciudad sin hogar.
• ¿Quieres hacer un voluntariado en Arrels? Te explicamos las necesidades que tenemos actualmente.
• ¡Aquí encuentras otras maneras de colaborar!

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