Alessandro

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"He vuelto a encontrarme con las cosas positivas de vivir en un piso: dormir tranquilo, tener horarios..."

Alessandro

Más de dos años viviendo en la calle

“Empecé a vivir en la calle después de separarme, perder el trabajo y el piso. Vivía en la misma finca donde trabajaba como paleta. Me dejaron de pagar durante unos meses y después me echaron. Me quedé sin trabajo y sin piso. Una vez en la calle me robaron la documentación, y de ahí fui hacia abajo. De esto hace unos cinco años.

He estado mucho de tiempo en la calle, de manera intermitente, un año y medio o dos, porque algunas personas me han alojado durante unos meses. He tenido casa y trabajo, no es una cosa nueva para mí tener un piso, no me ha costado mucho volver a acostumbrarme a vivir en una casa. Ahora ya hace tres meses que estoy alojado en un piso gestionado por Arrels. En principio tenía que ser compartido pero de momento estoy solo. Ahora he vuelto a encontrarme con las cosas positivas de vivir en un piso: dormir tranquilo, porque en la calle incluso intentaron robarme el perro; los horarios… Ahora también mi perro está tranquilo, se queda estirado y descansa.

Siempre he tenido problemas para dormir y en la calle esto fue a peor. Me robaron varias veces y me di cuenta que si me iba a dormir a las 5 de la madrugada, cuando ya la gente empieza a salir de casa, si alguien intentaba robarme me despertaban. Entonces, empecé a irme a dormir más tarde, tenía el horario muy cambiado. Ahora a veces me voy a dormir tarde pero estoy disfrutando de mi casa, mirando la televisión, tranquilo con el perro.

Mi persona referente de Arrels viene a verme una vez a la semana. Me acompaña y hablamos sobre si tengo algún problema, si necesito algo… Por ejemplo, me está ayudando a hacer la documentación que me robaron y me ha acompañado a poner las huellas. Me acompaña al médico también y me ayuda con el perro. Hace tiempo que lo conozco, desde que vivía en la calle. Pero hace seis meses, desde que entré en el Piso Cero, que tenemos más relación y nos conocemos mejor. De él me gusta que no parece que esté haciendo su trabajo, simplemente me acompaña. He conocido a muchas personas de Arrels y no parece que lo hagan por obligación, sino desde el corazón; lo hacen como personas.

Ahora querría acabar de arreglar mi documentación y encontrar un trabajo. Me gustaría volver a trabajar haciendo carpintería de aluminio o cosas similares, porque yo aprendí con un artesano. Tengo 43 años, soy joven y tengo una casa. Me gustaría poder tener un trabajo y conseguir autonomía, poder hacer lo que yo quiera.”