Se activa la Operación Frío en Barcelona: 75 plazas nocturnas para las 1.200 personas que viven en la calle


El Ayuntamiento de Barcelona ha activado este lunes la fase preventiva de la Operación Frío, que prevé abrir un centro nocturno con 75 plazas hasta el mes de marzo. La medida da respuesta al 6% de las personas que viven en la calle. Desde Arrels insistimos: hay que buscar alternativas más allá del termómetro.

Cada año, cuando la temperatura baja hasta los 5ºC o llega diciembre, el Ayuntamiento de Barcelona habilita 75 plazas que abren cada noche hasta finales de marzo. Se ubican en el Centro de Estancias Breves (en la calle Llacuna 25), abren de 20h a 8h y, como máximo, permiten a la persona pernoctar allí treinta días.

Cuando la temperatura alcanza los 0ºC, el dispositivo del Ayuntamiento activa la fase de alerta al considerar que “la vida de las personas se encuentra en riesgo” y se abren plazas adicionales. Desde el consistorio han anunciado que este año serán 325 plazas, distribuidas por los distritos de Sant Martí, Sarrià-Sant Gervasi y Eixample.

En Barcelona hay 1.200 personas viviendo en la calle, más que el año pasado, pero las plazas que ofrece el dispositivo invernal son las mismas. Entre los meses de diciembre y marzo, las 75 plazas que se han habilitado en la calle Llacuna darán respuesta al 6% de las personas que duermen en la calle. Si la temperatura alcanza los 0ºC y durante unos días se habilitan las 325 plazas adicionales, la medida beneficiaría sólo a un tercio de estas 1.200 personas.

En el resto de recursos públicos y privados que ofrecen alojamiento durante todo el año, las plazas están llenas. En la actualidad, para acceder a uno de los tres albergues municipales, hay que esperar entre cuatro y seis meses.

285 días al año con condiciones meteorológicas inadecuadas

En Barcelona, los días en los que la temperatura baja de los 15ºC, sube de los 30ºC o llueve pueden parecer pocos pero no lo son. Durante 285 días al año (el 79% de los días), las condiciones meteorológicas son difíciles para las personas que viven en la calle.

El último dispositivo invernal que el Ayuntamiento puso en marcha entre diciembre del año pasado y marzo de este 2019 ofreció las 75 plazas que se habilitan en la calle Llacuna y no abrió las 325 plazas restantes porque la temperatura no bajó de los 0ºC. Durante estos meses de Operación Frío, sin embargo, se registraron temperaturas inferiores a 15ºC y lluvia todos los días.

En octubre y noviembre del año pasado, las condiciones meteorológicas fueron inadecuadas en el 71% y 93% de los días, respectivamente. En abril, el porcentaje subió al 100%. Y durante los meses de julio y agosto, el 84% de los días la temperatura subió de los 30ºC o llovió, complicando aún más la situación de las personas que duermen en la calle.

Desde la administración afirman que la Operación Frío se pone en marcha porque se considera que las bajas temperaturas pueden poner en peligro la vida de la persona pero, en realidad, cuando una persona vive en la calle está expuesta a riesgos todo el año: hay agresiones, frío, lluvia, calor… Tener que vivir en la calle vulnera el derecho a la salud y acorta en más de 20 años el tiempo de vida.

Mirar más allá del termómetro para ofrecer recursos estables

Ofrecer albergues temporales para los meses más fríos o acciones puntuales cuando hace calor significa gestionar la problemática en un momento concreto de extrema necesidad pero en ningún caso resolverla. Desde Arrels, creemos que la solución definitiva al sinhogarismo pasa por la prevención, porque todo el mundo tenga derecho a una vivienda asequible y por trabajar de manera continuada a lo largo de todo el año.

Aportamos seis propuestas que miran más allá del termómetro:

  • Crear recursos de alojamiento que aporten estabilidad a la persona, adaptados a sus necesidades e ingresos y que protejan a la persona de los riesgos de la vida en la calle.
  • Abrir espacios nocturnos de baja exigencia donde las personas encuentren seguridad. Se trata de espacios pequeños, ubicados en cada barrio de la ciudad y en los que la persona pueda quedarse el tiempo que necesite y acceder con sus pertenencias y/o animales de compañía.
  • Mejorar la prevención para que nadie pierda su casa y dar una respuesta inmediata a las personas que empiezan a vivir en la calle para evitar que su situación se cronifique. Las personas que duermen en la calle también deberían tener derecho a acceder a la Mesa de Emergencias Sociales.
  • Habilitar más espacios de día en los que las personas puedan descansar y resguardarse del frío y en los que encuentren servicios útiles como duchas y consignas para guardar las pertenencias.
  • Más colaboración entre la administración local y las entidades para ofrecer respuestas más eficientes y más coordinación en el ámbito catalán, implicando regidorías y consejerías encargadas de los servicios sociales pero también de responsables de políticas de vivienda, inmigración, etc.
  • Atender a la persona en su municipio y no enviarla a una ciudad mayor; esta práctica agrava la situación de la persona.

Más información:
Información práctica por si veis a una persona viviendo en la calle.

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