Llar Pere Barnés es un recurso residencial de Arrels para personas que han vivido en la calle y tienen la salud muy deteriorada. La Llar da alojamiento a unas cuarenta personas que tienen diversos trastornos crónicos que dificultan su autonomía y no les permiten tener una plaza en algún recurso público, como por ejemplo personas con problemas de salud mental y alcoholismo.
Las personas que llegan a la Llar han vivido en la calle y vienen derivadas desde los equipos de calle o apoyo de Arrels, o bien desde el Ayuntamiento de Barcelona. Por otro lado, la Llar Pere Barnés también tiene plazas reservadas por la Generalitat de Catalunya, para personas tuteladas.
¿Qué hacemos en la Llar?
Atendemos a personas que no tienen cabida en otros recursos
El hecho de que una persona haya vivido en la calle implica, en muchas ocasiones, que su salud física y mental se vea muy deteriorada. Algunas de estas personas también tienen adicciones u otras patologías que ocasionan que no tengan cabida en recursos residenciales públicos o privados pensados específicamente para personas con una patología determinada. En la Llar, atendemos a estas personas.
Tenemos una visión integral de la persona
Acompañamos a las personas que se alojan en la Llar desde una perspectiva integral. La persona es un conjunto, con sus características que la vuelven particular, y también con sus problemáticas.
Acompañamos con un modelo de baja exigencia
En Arrels, acompañamos a las personas con una mirada tolerante y un modelo de baja exigencia y respeto. Esto implica un esfuerzo por parte del equipo para conocer mejor a la persona e ir adaptándonos a las situaciones. Hay personas que necesitan consumir alcohol u otras substancias. En la Llar, intentamos trabajar en base a la comunicación: hablamos con ellas para llegar a pactos movibles, para hacer posible que beban en un espacio más seguro y trabajar la disminución del consumo. Muchas veces, este acompañamiento sin juzgar ayuda a mejorar la situación de la persona, disminuyendo los episodios de riesgo.
Intervenimos desde la reducción de daños
En Arrels trabajamos desde la perspectiva de reducción de daños, con el objetivo de reducir los efectos negativos del consumo activo, de los trastornos mentales sin tratamiento u otras patologías y también sobre las situaciones complejas, sociales y de convivencia. Nos centramos en reducir riesgos en personas que no pueden o no saben cómo mejorar su realidad. Eso sí, poniendo siempre las herramientas y recursos al abasto de todas para promover transformaciones positivas.
Trabajamos desde el vínculo
Cuando una persona llega a la Llar, viene acompañada de su referente social. El equipo de la Llar se coordina con la persona que acompaña a la persona atendida y también cuenta con información: informes médicos, sociales… Cuando la persona entra, se le demuestra que la estamos esperando, que es importante, que teníamos prevista su llegada y que la esperábamos con ganas de conocerla. Con el paso de los días, vamos estableciendo y trabajando la relación desde el vínculo.
Ofrecemos apoyo a personas que viven en pisos compartidos gestionados por Arrels y cerca de la Llar
Desde la Llar también atendemos a unas 30 personas que viven alojadas en pisos compartidos en el barrio del Poble Sec y el Raval. Las visitamos en su casa, ayudándoles con la higiene del lugar, la propia, haciéndoles compañía, observando qué necesidades tienen, dando apoyo en temas de salud, convivencia u otros.
Visitamos a las personas alojadas en residencias
El equipo de la Llar es el que coordina las visitas a las personas que han vivido en la calle y ahora están alojadas en una residencia. Las visitas las hace un equipo de personas voluntarias, que se dedica a atender las necesidades emocionales y los detalles más prácticos de las personas que acompañamos desde Arrels.
Visitamos a las personas hospitalizadas
Desde la Llar Pere Barnés se trabaja para que todas las personas de Arrels que estén hospitalizadas reciban visitas y se sientan en compañía. Por ese motivo, se coordina un equipo de personas voluntarias que acompañan a las personas que atendemos como si fueran su familia, durante todo el tiempo que sea necesario.